Es la mayor tanda del Programa de Verano de nuestro Servicio de Tiempo Libre, en el que 445 personas usuarias y 130 personas voluntarias han disfrutado de dos semanas en doce destinos turÃsticos
El Programa de Vacaciones de verano de nuestro Servicio de Tiempo Libre se encuentra en su punto de mayor trasiego, con la vuelta de ocho turnos en los que 190 personas con discapacidad intelectual y 55 personas voluntarias han disfrutado de dos semanas en Sanxenxo, Oviedo, Burgos, Lardero, Villanúa, Pamplona, Estella u Hondarribia. Todas ellas llegarán al patio del Colegio Jesuitas de Indautxu, que cede sus instalaciones para este fin.
Ocho autobuses han regresado a Bilbao procedentes de Oviedo, Lardero, Villanúa, Estella, Pamplona, Burgos, Hondarribia o Sanxenxo. Y, en cada llegada, se han vivido emotivos momentos de reencuentro con las familias y de despedida entre las personas usuarias y las personas voluntarias que han compartido dos semanas de vacaciones, con abrazos, risas, llantos y muchas emociones contrapuestas.
En esta tanda, la más numerosa de todo el verano, 190 personas con discapacidad intelectual y 55 personas voluntarias han disfrutado de dos semanas con multitud de actividades: excursiones, paseos en barco, terraceo, visitas a poblaciones cercanas, museos y lugares de interés cultural, picnics, juegos varios, pintxo-pote, espectáculos, fiesta por la noche, celebración de cumpleaños….
Por su parte, los tres últimos grupos han partido hacia Oviedo, Lardero y Zarauz con un total de 60 personas con discapacidad intelectual y 25 personas voluntarias, que regresarán el 27 de agosto.
Veinte viajes para 575 personas
Este año, el Programa de Vacaciones de Gorabide ha ofrecido 445 plazas para personas con discapacidad intelectual y 130 para personas voluntarias, entre el 2 de julio y el 27 agosto, con 20 viajes de dos semanas de duración, a 12 destinos: Sanxenxo, Oviedo, Gijón, Lekeitio, Hondarribia, Zarauz, Burgos, Lardero, Pamplona, Estella, Villanúa y Comarruga, que han sido seleccionados teniendo en cuenta las opciones de entretenimiento del entorno, asà como la accesibilidad de las instalaciones.
El programa se adapta a los deseos e intereses de las personas usuarias. De este modo, se configuran los viajes en función de la edad y las necesidades de apoyo, que van desde el más mÃnimo hasta el más extenso. Pero siempre atendiendo a lo que quieren hacer las personas usuarias, huyendo del concepto de ‘colonias’ y enfocando el programa hacia un modelo de vacaciones participativas.
El resultado de este tipo de actividades, en palabras de Maite Fernández, directora de nuestro Servicio de Tiempo Libre «es triple: las personas con discapacidad intelectual ven mejorada su socialización, su independencia y su calidad de vida, las familias pueden descansar del cuidado y las personas voluntarias viven una experiencia personal y formativa muy valorada por todas ellasâ€.