Santiago López, Presidente de la confederación Plena inclusión, valora nuestras estrategias, el modelo asociativo de base familiar que desarrollamos, el equipo profesional que hemos generado y las alianzas solidas que mantenemos con el entorno

Fevas Plena inclusión Euskadi organizó una jornada de trabajo en mayo, en la que participaron Santiago López, presidente de la confederación Plena inclusión, acompañado por el director Enrique Galván, y representantes de las entidades vascas federadas. El presidente puso en valor los logros de las entidades vascas, tanto por volúmen de masa social como por la calidad de su red de servicios, y destacó el trabajo de Gorabide «sostenible y activo en el tiempo».

 

La evolución de la misión de Plena inclusión nos ha llevado a contribuir a mejorar la calidad de vida de nuestras personas y familias.
«Era un cambio ineludible. Hemos pasado a centrar el trabajo en cada persona y en cada familia como protagonistas de su propia vida; les apoyamos para que sea posible que desarrollen su proyecto vital. No es hacer por ellos, es facilitar, teniendo en cuenta sus necesidades, sus deseos y los apoyos que requieren. Y en todo ese proyecto de vida somos un agente más, junto a otros muchos, como el entorno laboral, las familias, sus entornos naturales… de ahí que esa palabra ‘contribuir’ sea un paso con un importante matiz».

Uno de los horizontes de Plena inclusión es el cambio y relevo generacional en el asociacionismo.
«Queremos incorporar savia nueva, absolutamente necesaria. Implicar no sólo a familias jóvenes, sino también a la familia extensa: hermanos y hermanas, cuñados y cuñadas… Es fundamental combinar el conocimiento de dónde venimos y lo que se ha luchado con una mirada de futuro, que garantice la continuidad, la fuerza y el arranque que es necesario tener en un movimiento asociativo como este, que debe tener una importante vertiente de reivindicación de derechos».

Porque la participación de las familias es fundamental.
«Es verdad que, para avanzar, las familias tenemos que solicitar a las asociaciones mejores respuestas, pero también hay que poner de nuestra parte, remar a favor y ayudar en tu entidad. Las asociaciones no son máquinas expendedoras; en todo caso, se parecen más a una trainera donde se llega lejos si todos remamos en la misma dirección».

También hay una apuesta por procesos de transformación, calidad, innovación, redes y alianzas.
«Efectivamente, la transformación es un proceso imparable, en nuestra forma de trabajar, en los centros y en los servicios. Somos un movimiento que apuesta por la innovación y la cooperación. Nuestra inteligencia colectiva es uno de los mayores patrimonios que tenemos. Gente creativa capaz de generar propuestas de valor y, también, de forma generosa, ponerlas al servicio de los demás».

¿Y cómo ve desde el prisma de Plena inclusión el perfil de Gorabide?
«Sin duda, Gorabide es una entidad referente para el movimiento de Plena inclusión por su nivel de desarrollo, tanto en el modelo de gestión avanzada como en el equilibrio de estas estrategias en un proyecto bien asentado, una identidad clara asociativa de base familiar, un gran equipo profesional con alianzas solidas con el entorno. Hacer sostenible y activo en el tiempo este gran proyecto, sin duda, es un logro colectivo muy importante».