Miguel Ángel Verdugo, experto mundial en discapacidad intelectual, fue el ponente estrella de la primera Jornada BBK sobre discapacidad
El catedrático en Psicología de la Discapacidad de la Universidad de Salamanca y director del Instituto Universitario de Integración en la Comunidad Miguel Ángel Verdugo, coautor con Robert Schalock del modelo de referencia en calidad de vida, ofreció una ponencia en la primera Jornada BBK sobre discapacidad, en la que presentamos nuestro modelo de planificación centrada en la persona y Lantegi Batuak expuso las claves de su proceso de innovación.
Como autor o coautor de más de 70 publicaciones sobre discapacidad intelectual, en 40 años de vida profesional, Miguel Ángel Verdugo analiza las claves que inciden en la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual. En primer lugar, habla de “dar un papel más activo a las familias. Que sean más ambiciosas con los derechos de sus hijos y exijan cambios sociales”. Para ello, recomienda “estar cerca de las organizaciones, porque se han ido alejando del movimiento asociativo y, en la edad adulta y envejecimiento necesitan más apoyo organizacional”. Además, les otorga el poder de “generar expectativas y un desarrollo apropiado” de la persona.
En el plano institucional, reconoce que en Euskadi “las administraciones saben apostar con estrategia”. Aunque cree que “les cuesta reglamentar administrativamente y aplicar la normativa de manera flexible. Por eso, hace falta una reflexión sobre la política pública y su reglamentación más centrada en la persona”.
"Gorabide y Lantegi Batuak son valientes"
Respecto a las organizaciones, asegura que aquí las hay “muy buenas desde hace tiempo” y destaca que “Gorabide y Lantegi Batuak han sabido hacer procesos de transformación importantes; son valientes”. Y pide un “intercambio de experiencias, que es clave para ir avanzando en ver maneras distintas de hacer”.
También anima a acabar con “la pasividad en las personas con discapacidad intelectual, que hemos fortalecido”. Para eso, pide darles “oportunidades para que sepan qué le gusta y qué no, que establezcan preferencias, y fortalecer su estímulo vital”.
Y, por último, considera que “la propia sociedad también tiene que involucrarse, porque la vida de una persona se construye sobre pequeñas ayudas de mucha gente distinta”.