Diez personas con discapacidad intelectual han formado sobre actitudes accesibles a profesionales de servicios públicos, museos, banca, transporte, telefonía, turismo y supermercados

Un total de 577 profesionales de atención al público de ocho entidades referentes de Bizkaia han potenciado sus actitudes accesibles a través de la formación impartida por un equipo de diez personas con discapacidad intelectual de Gorabide, con el apoyo de BBK. Tras un periodo en el que las personas con discapacidad intelectual se capacitaron para impartir formación, han impartido 21 sesiones de entre 1,5 y seis horas, repartidas en ocho meses, con un total de 62 horas de formación.
Otros productos resultantes de este programa han sido dos vídeos divulgativos: uno desde la perspectiva de algunas entidades participantes en esta primera fase (is.gd/MnRw58) y otro desde el punto de vista de las personas que han recibido la formación (is.gd/MhRGAO). Y una microweb (personas-accesibles.gorabide.com) permite gestionar y compartir el conocimiento y las experiencias que se generen, así como solicitar una sesión de Personas Accesibles.
Contenidos adaptados a cada perfil
Este programa se encuadra en la estrategia compartida por BBK y Gorabide de favorecer la inclusión y la participación de las personas con discapacidad intelectual, a través de proyectos innovadores, con empoderamiento de este colectivo e impacto en la transformación social. En él, se han trabajado contenidos adaptados al perfil profesional específico de cada entidad participante, a través de presentaciones, vídeos, actividades prácticas y, sobre todo, mediante la interacción directa entre las personas con discapacidad intelectual y el personal que recibía la formación. Como explican las personas formadoras en cada sesión, “es importante que los entornos sean fáciles de entender, pero las personas también podemos ser accesibles”.
El resultado cuantitativo para las personas que han recibido la formación ha sido de una satisfacción general de 4,8 sobre 5, pero la clave del proyecto radica en los resultados cualitativos que, según sus opiniones “trascienden lo profesional” y sirven “para abrir la mente”. Algo que corroboran las personas con discapacidad intelectual formadoras, que aseguran que han conseguido“ que la gente pierda el miedo a interactuar con una persona con discapacidad intelectual”. Y para ellas, “ha supuesto un reto y una experiencia de la que también hemos aprendido”.
Accesibilidad universal
Con la accesibilidad física y la sensorial, la accesibilidad cognitiva forma parte de la accesibilidad universal, y permite comprender de manera sencilla la información que nos rodea. Y en ese ámbito, las barreras actitudinales que pueden generar las personas –aun de manera inconsciente– se suman a los soportes informativos y de señalización que dificultan que las personas con discapacidad intelectual puedan realizar actividades o disfrutar de servicios públicos.
El programa Personas Accesibles es un medio de impulsar actitudes favorecedoras hacia las personas con discapacidad intelectual, a través de sesiones interactivas que este colectivo ofrece en primera persona a profesionales de atención al público. Su objetivo final es que quienes reciben la formación adquieran o fortalezcan competencias técnicas, afectivas y actitudinales que generen talantes favorecedores de la accesibilidad universal en su entorno. De este modo, se hace frente a un aspecto poco abordado en este ámbito: las barreras actitudinales que se suman a los obstáculos físicos, sensoriales y cognitivos en detrimento de la plena inclusión.
Para llevarlo a cabo, diez personas con discapacidad intelectual se han capacitado en competencias comunicativas y formativas, para poder ofrecer sesiones desde un rol de expertas por experiencia, ofreciendo mensajes sobre la discapacidad intelectual que sólo puede aportar una persona que tenga discapacidad intelectual. Un eje importante se basa en la interacción entre personas con y sin discapacidad, que impacta en clave de cambios de actitud, empatía o eliminación de ideas estereotipadas y prejuicios. Todo ello responde a la hipótesis del contacto, que explica que las relaciones entre miembros de diferentes grupos pueden ayudar a reducir los prejuicios. Y en el caso de las personas con discapacidad intelectual, los estudios sugieren que quienes tienen más contacto con este colectivo, mantienen actitudes más positivas hacia él.
Entidades referentes en Bizkaia
En su primera fase, el programa Personas Accesibles de Gorabide ha concitado el interés de entidades referentes en Bizkaia, como la Diputación foral de Bizkaia, el servicio de teleasistencia BetiOn, Bilbao Turismo, Museo Guggenheim, Itsamuseum Bilbao, Kutxabank, Euskaltel y Metro Bilbao. En la segunda fase, actualmente en desarrollo, se está aumentando la incidencia en estas entidades y ampliando el espectro de público objetivo, como supermercados o empresas de servicios.
Se trata de un programa modular, flexible y adaptable, centrado en la realidad de las personas con discapacidad intelectual, los entornos accesibles y las actitudes e interacciones inclusivas. En el inicio de cada sesión, se plantea una cuestión fundamental: “¿Cómo crees que es una persona accesible?” Y, a partir de ahí, se abordan cuestiones como la relación con las personas, la importancia de ser accesible en la atención al público o las dificultades que pueden generarse al tratar con personas con discapacidad intelectual. Además, ellas mismas ofrecen ejemplos de entornos difíciles de comprender y sus efectos, así como de las actitudes conscientes e inconscientes que se encuentran en cómo les ven, cómo les hablan, cómo les tratan… Y también explican qué necesitan para entenderse con otras personas.
Su impacto es múltiple: contribuye al aumento de actitudes accesibles en la sociedad, favorece una evolución y un incremento en las competencias profesionales del personal de atención al público, permite generar mejores resultados en las entidades en las que trabajan y, dado que son las propias personas con discapacidad intelectual las que ofrecen la formación, este programa aumenta sus competencias, autonomía y autoestima, de manera que mejora su calidad de vida y, por extensión, la de sus familias.